Revista de Attos

Volúmen #8, feb/2005

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Immanuel Velikovsky

¿Somos lo Que Pensamos?

Por Attos


Artículo editorial del volúmen #8 de la revista de Attos publicado originalmente en febrero de 2005 en donde razono acerca de esa pregunta. Concluyo que no soy lo que pienso, sino que soy el que percibe, el que observa, el que detecta. Soy el que piensa, el que deduce, el que interpreta. Soy el que actúa en consecuencia.
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Desde hace unos meses comencé a ver un anuncio en la calle que dice "SOMOS LO QUE PENSAMOS" y como de costumbre, no pude evitar el preguntarme, ¿será eso cierto?

Al pasar los años esa costumbre se me ha hecho hábito y ahora voy por la calle preguntándome con frecuencia qué tan cierto es lo que cotidianamente nos damos a la tarea de considerar inconsciente e incuestionablemente como "cierto". De esa forma me he llegado a preguntar inclusive si en realidad todo lo que sube tiene forzosamente que bajar. He llegado a sostener una roca en la mano y aventarla a unos cuantos metros por encima de mi cabeza y he llegado a dudar que esa piedra bajará de vuelta a la tierra. ¿Has dudado de eso alguna vez? Imagino que no, ya que tú has de ser normal. ¿O no? Creo que lo que sucede es que a base de repetición hemos optado por creerlo sin cuestionarlo. Dicho sea de otra forma, hemos percibido repetidamente una instrucción y la hemos interpretado como cierta, y hemos obrado de acuerdo a nuestra interpretación.

En otra ocasión iba yo viajando por la carretera cuando de repente me encontré a mí mismo tratando de calcular el tiempo que me faltaba para llegar a mi destino. Al observarme haciendo eso, y como ya es costumbre, no pude evitar el preguntarme, ¿y por qué estoy haciendo esto? Observando todavía más detenidamente me dí cuenta que algo en mí aceptaba sin lugar a dudas y sin acción volitiva de mi parte el hecho de que el tiempo existía y, más aún, aceptaba el hecho de que eso a lo que he llamado "tiempo" le he otorgado características como la de que "transcurre", o la de que "se gasta". ¿Por qué daba yo todo esto por hecho? ¿Cuando fué que aprendí estas cosas? Pero todavía más extrañamente, ahora que me había dado cuenta de esto ¿por qué seguía yo sin cuestionarlo? ¿Qué estaba yo percibiendo que me hacía dar por hecho lo que todos los demás dicen con respecto a eso que llamamos "tiempo"? ¿Qué percibes tú? Por mi parte sólo sé que he percibido algo, y que luego he interpretado ese algo, y que ahora me encuentro actuando de acuerdo a esa interpretación que he hecho.

Hace unos dias estaba yo desayunando con una señora que aseguraba que tenía el don de curar a la gente. Dijo muchas cosas que me llamaron la atención pero hubo una en particular que resaltó sobre las demás. Dijo que la energía "fluye" por el organismo humano y que cuando se "atora" es cuando se hacen presentes algunos síntomas de enfermedades. Lo que se me hizo extraño fué que yo mismo había escuchado eso mismo una gran cantidad de veces anteriores y nunca se me había ocurrido preguntarme si la energía realmente fluye. De hecho, nunca se me había ocurrido preguntarme si es "energía" por principio de cuentas, lo que a veces sentimos, o lo que ella dice que siente. ¿Fluye la energía? Yo no he encontrado ninguna evidencia de que la energía "fluya" hacia ninguna parte. En el caso específico de la energía eléctrica, por ejemplo, sólo he encontrado teorías. Tampoco he encontrado evidencias de que la energía eléctrica esté hecha de "electrones que fluyen" a lo largo de un conductor. ¿Cómo entonces, voy a creer sin cuestionar que la "energía" "fluya" por el organismo humano? Todas esas teorías que sostienen que "la energía eléctrica fluye por un conductor" son al menos teorías que se basan en experimentos observables, reproducibles, repetibles, y medibles, y aún así siguen siendo teorías solamente. ¿Cómo voy a creer a priori que hay una energía que fluye por el organismo humano y que además nos hace capaces de curar si ni siquiera puede observarse por otra persona o reproducirse y medirse? No es el caso que no quiera creer. Quiero hacerlo. ¿Pero cómo lo hago? ¿Cómo lo harías tú? ¿Cómo lo haces? ¿Decides creer y ya? Yo solo me puedo permitir aceptar que esa señora ha percibido algo, y que ha interpretado esa percepción de una manera que a ella le es dable hacerlo, y que finalmente ha estado actuando de acuerdo a su propia interpretación de su propia experiencia sensorial.

Existen más experimentos que muestran que la teoría de la relatividad no es del todo correcta y sin embargo la validez de esos experimentos se cuestiona con más severidad que la de que la energía "fluye" desde algún lado hacia otro, para lo cual no hay experimento que lo haya mostrado. ¿Cuántas veces has escuchado que la luz "viene" del sol? ¿Realmente viene algo del sol? Alguien me dirá que son ondas electromagnéticas que "viajan" por el espacio hasta donde estamos nosotros. Y yo me preguntaré, "bueno, y si son ondas que viajan, entonces ¿en qué es en lo que viajan?". Cuando vemos una ola viajera en el mar, no es agua la que viaja, es solo la onda. Solo el efecto es el que se manifiesta sucesivamente en muchos lugares y nos crea la ilusión de que se mueve. Pero ¿qué es lo que se mueve entonces? Definitivamente no son las moléculas del agua las que "viajan" de un lado al otro. Las moléculas del agua sólo oscilan verticalmente, o más propiamente dicho, se mueven transversalmente. Debido al extremadamente pequeño tamaño de las moléculas del agua comparándolas con nosotros, los observadores, es difícil darse cuenta de lo que realmente sucede, así que voy a usar otro ejemplo más cercano a nuestra escala de observación: una ola humana en un partido de futbol. Si el estadio no fuera redondo nunca percibiríamos la ola. La redondez del estadio nos dá la facultad de poder observar el efecto de nuestro individual movimiento vertical cuando se aúna al movimiento de los demás. Pero pudimos verlo también debido a su individualidad aunque la interpretación del todo no hubiera sido tan fácil de distinguir. Quizá un ser humano promedio y poco perceptivo como yo hubiera visto solo gente poniéndose de pié y luego sentándose sin orden ni harmonía. Pero imaginemos ahora que decidimos hacer dos olas humanas en un estadio y que cada ola debe "viajar" en sentido opuesto de la otra. Les aseguro que entonces ya no sería tan fácil poder apreciar, o percibir, el efecto global desde el punto de vista de un observador sentado en las bancas sin conocimiento de lo que se está haciendo. Pero hagamos esto más difícil y ahora imaginemos que hacemos que la gente en el estadio haga 10 olas humanas. Cinco viajando en una dirección y cinco en la dirección opuesta. Definitivamente esto sería prácticamente imposible de percibir por un observador en las bancas. ¿Querría entonces esto decir que las ondas no existen tan solo porque no las podemos percibir?

Esto me lleva a otra pregunta más. Si el estadio no fuera circular ni siquiera pudiéramos llegar a ser conscientes de que estamos participando en una ola. No podríamos coordinarnos a menos que alguna inteligencia con una perspectiva adecuada nos ayudara a coordinarnos. ¿Suena esto familiar? ¿Es acaso eso de "una inteligencia con una perspectiva adecuada" equivalente a "una inteligencia superior"? ¿Qué entendemos, en todo caso, por "una inteligencia superior"? ¿Superior en qué sentido? ¿En su ubicación espacial con respecto a la posición de nosotros? Al final de todos los razonamientos, me encuentro con que sólo hay algo que hemos percibido, y que luego lo hemos interpretado -en este caso decimos que es una "onda" y que además es de "energía" y que además "viaja"-, y ahora actuamos de acuerdo a ello.

Para mi gusto, el término "energía" se usa demasiado liberalmente. Con ese término nos damos frecuentemente a la tarea de explicar algunas cosas que "percibimos", pero que no hemos entendido apropiadamente, aunque nos negamos a aceptarlo. Siendo totalmente honestos con nosotros mismos tenemos que aceptar el hecho de que la percepción es totalmente diferente de la interpretación que damos a lo que percibimos. Primero percibimos, y luego interpretamos. El acto de percibir es distinto del acto de interpretar. Es tan distinto y tan separado que podemos ejercer uno indistintamente del otro. Si dejamos de percibir durante una determinada cantidad de tiempo, podríamos continuar con nuestra interpretación de lo previamente percibido gracias a nuestra memoria. Por otra parte, si solo percibimos, absteniéndonos de interpretar, seguramente alcanzaríamos una consciencia distinta de aquello a lo que llamamos "realidad", y lo cual es, al parecer, la fuente de nuestras percepciones.

La percepción la realizamos con nuestros sentidos de percepción. La interpretación la realizamos con el intelecto, con el pensamiento. Pero después del acto de interpretar, hay un tercer acto que se hace evidente, que es el de la acción misma. Si observamos con cuidado, nuestra vida entera transcurre al ejecutar estos tres actos constantemente. Percibimos, interpretamos y finalmente actuamos en consecuencia de lo que hayamos interpretado. Es un ciclo iterativo en el que funcionamos constantemente. Esto es cierto ya sea que la percepción realizada sea de algo que consideramos "fuera" de nosotros, los que observamos, o "dentro" de nosotros. Interesante, ¿no? Esto que estoy diciendo, tú lo puedes corroborar por tí mismo.

Entonces, después de todo esto, ¿será acaso cierto que somos lo que pensamos? ¿Ahora qué opinas? Yo opino que no. Si pongo atención detallada me puedo dar cuenta que no soy lo que pienso. Soy el que percibe, el que observa, el que detecta. Soy el que piensa, el que deduce, el que interpreta. Soy el que actúa en consecuencia. Lo que pienso es tan solo el acto que ejecuto para interpretar lo que he percibido, pero no soy yo.

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