Revista de Attos

Volúmen #21, febrero/2006

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Immanuel Velikovsky

Generador Electromagnético Inmóvil (GEI) - Parte II

Por Attos


Este artículo representa el segundo de una serie que están dedicados al trabajo desarrollado y encabezado por Tom Bearden. De manera particular, estos artículos en serie abordan los detalles de construcción del "Generador Electromagnético Inmóvil" (GEI) desarrollado por Bearden y otros.
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INTRODUCCION A LA PARTE II
Como se expuso en la primera parte, Bearden y su equipo tuvieron forzosamente que analizar un sinnúmero de fuentes diversas de desarrollos similares para poder edificar su diseño a partir de otros que ya estuvieran probados. Una fuente importante de datos es la oficina de patentes.

En esta segunda parte, continuamos con nuestra descripción de algunas de las patentes revisadas por Bearden y su equipo y la conclusión a la que llegaron en cada caso. Antes de entrar en materia, sin embargo, quiero expresar que tras la edición de la primera parte, recibimos un buen número de correspondencias solicitando que agregáramos ilustraciones a las descripciones de los diseños aquí expuestos. Sin el ánimo de dejar a nuestros lectores insatisfechos, quiero decirles a todos que las ilustraciones serán incluídas profusamente en cuanto toquemos de lleno los detalles constructivos del GEI. Ilustraciones para las numerosas referencias bibliográficas las pueden hallar directamente en la oficina de patentes de los Estados Unidos. Incluir ilustraciones para todas ellas en esta serie, la haría extremadamente larga y creo que consumiríamos improductivamente vital, y costoso, espacio en nuestros servidores.

TECNOLOGIAS REVISADAS
Uno más de los documentos revisados por el equipo de Bearden, fué el que contiene el trabajo de Frank Richardson[3], el cual describe un generador magnético o convertidor dc/dc, que usa un magneto permanente que tiene los polos separados y un campo magnético que se extiende entre ellos. En este diseño, se dispuso un núcleo con reluctancia variable en el campo, en relación fija con respecto al magneto, y en donde la reluctancia del núcleo se hace variar para provocar que el patrón de lineas de fuerza del campo magnético varíe también. Aquí se usó un conductor de salida que se dispuso en el campo, en relación fija con respecto al magneto, y se posicionó para ser cortado por las lineas variables de la fuerza magnética permanente de modo que se indujera un voltaje en dicho conductor. El funcionamiento de este generador es tal, que el flujo magnético es intercambiado entre rutas magnéticas alternas por medio de devanados de interrupción que se extienden alrededor de porciones del núcleo. El flujo de la corriente se alterna entre estos devanados interruptores por medio de un par de transistores que se activan por la salida de un flip-flop. La entrada al flip-flop, a su vez, la proporciona un oscilador de frecuencia ajustable. La potencia para este circuito se suministra a través de una fuente de poder adicional por separado. Lo que el equipo de Bearden buscaba, sin embargo, era un generador magnético que no requiriera de la aplicación de tal fuente de poder externa. Esta patente, por lo tanto, no pudo ser usada como fundamento para el desarrollo en cuestión.

Otro trabajo mas que fué detalladamente revisado, debido a su gran similitud con el espíritu del GEI, fué el de Mario Pasichinskyj[4], el cual describe un generador magnético de estado sólido que utiliza el movimiento de un campo magnético y que también se basa en una extensión de las leyes de Faraday. El trabajo de Pasichinskyj, a su vez, se basa fuertemente en los trabajos previos de Villaseñor de Rivas[2] y de Richardson[3] quienes exploraron también la generación de energía eléctrica por medio de generadores que no contaban con partes móviles. El dispositivo de Pasichinskyj incluye un devanado eléctrico el cual define una zona magnéticamente conductiva que tiene sus bases en cada extremo. El devanado cuenta con elementos para remover la corriente inducida. El generador cuenta también con electromagnetos de dos polos, en donde al menos uno de los polos se mantiene en constante comunicación con una de las bases de la zona magnéticamente conductiva. El generador incluye un tercer magneto, solo que de carácter permanente, el cual está orientado paralelamente entre ambos electromagnetos y por lo mismo, en comunicación magnética con ellos. De esta forma, el magneto permanente define un eje magnético substancialmente transversal al eje magnético establecido por la zona magnéticamente conductiva. El generador incluye elementos, en forma de devanados, para cíclicamente revertir las polaridades magnéticas de lo electromagnetos. Estos medios de reversión, a través de un cambio cíclico en las polaridades magnéticas de los electromagnetos, causan que la lineas de flujo magnético asociadas con las fuerzas magnéticas atrayentes entre los polos de los electromagnetos y los del magneto permanente se reviertan correspondientemente. Esto último causa un efecto de barrido a través de la zona magnéticamente conductiva, induciendo así movimiento de electrones dentro de los devanados de salida y así generando un flujo de corriente. Esta patente, sin embargo, al igual que las otras, requiere de una corriente eléctrica de entrada, lo cual es precisamente lo que Bearden y su equipo estaban tratando de evitar. Ellos buscaban un generador que no necesitara de suministro de energía eléctrica o mecánica para operar.

También el trabajo de Richard Sullivan y Melvin Silverman[6] fué revisado, el cual, por cierto, se basa mucho en el diseño de Pasichinskyj[4], Villaseñor de Rivas[2] y de Richardson[3]. El diseño de Sullivan-Silverman consta de un generador magnético que tiene la forma de un transformador de compresión de flujo de corriente directa el cual, a su vez, consta de un campo magnético que tiene ejes que definen un eje magnético y que se caracteriza por un patrón de lineas de flujo magnético con simetría polar alrededor del eje. Las lineas de flujo magnético están espacialmente desplazadas con respecto al campo magnético por medio de elementos de control los cuales están mecánicamente estacionarios con respecto al campo magnético. El desplazamiento espacial del flujo con respecto a los elementos inductivos causa un flujo de corriente eléctrica. En este diseño el efecto de movimiento se crea alrededor del eje central y siguiendo un circuito toroidal alrededor del mismo. Para lograr lo anterior, sin embargo, es necesario que una corriente eléctrica se suministre contínuamente al sistema, por lo que fué descartado por el equipo de Bearden. Este diseño en particula, más que un generador, es realmente un transformador. De hecho, Sullivan y Silverman lo describen como un transformador.

Otros trabajos describen dispositivos que utilizan elementos superconductivos para provocar el movimiento del flujo magnético. Estos dispositivos operan de acuerdo con el efecto Meissner[8], el cual describe la expulsión del flujo magnético del interior de una estructura superconductiva al tiempo que la estructura sufre precisamente la transición a la fase superconductiva. Por ejemplo, McCullough[5] describe un dispositivo generador de energía eléctrica que incluye una madeja de conductores la cual es colocada en un campo magnético generado por piezas con polos norte y sur de un magneto permanente. El campo magnético es variado hacia adelante y hacia atrás a través de una madeja de conductores por un par de delgadas películas de material superconductivo. Una de las delgadas películas es colocada en estado superconductivo mientras la otra película se encuentra en un estado no-superconductivo. Conforme se invierten cíclicamente los estados entre las películas, el campo magnético es deflectado hacia atrás y adelante a través de la madeja de conductores.

Un trabajo mas que fué considerado para revisión detallada fué el de Hackett[7]. En su trabajo, Hackett describe un aparato para producir un impulso eléctrico usando un tubo hecho de material superconductivo que consta de una fuente de flujo magnético montada alrededor de uno de los extremos del tubo así como de los medios, tales como una bobina, para interceptar el flujo magnético creado a lo largo del tubo, y los medios para cambiar la temperatura del superconductor montado alrededor del tubo. Conforme el tubo es hecho superconductor, el campo magnético queda atrapado dentro del tubo, creando un impulso eléctrico en los medios interceptores. Una reversión del estado superconductivo produce un segundo impulso.

Ninguno de los dispositivos descritos arriba usa alguna porción de la energía eléctrica generada dentro del dispositivo para dar reversa a los medios usados para cambiar la ruta del flujo magnético. De este modo, igual que los generadores rotativos convencionales, estos aparatos requieren una entrada de energía sostenida la cual puede ser, ya sea en forma de energía eléctrica para mover los dispositivos de reversa de uno de estos generadores magnéticos, o bien en forma de torque para mover el rotor de un generador rotativo convencional. Aún así, la función esencial de la porción magnética de un generador eléctrico es simplemente para intercambiar los campos magnéticos de acuerdo a un tiempo preciso. En las aplicaciones más convencionales de los generadores magnéticos, el voltaje se intercambia a través de bobinas, creando campos magnéticos en ellas que son usados para sobrepasar los campos magnéticos de imanes permanentes, de modo que una substancial cantidad de energía debe ser enviada al generador para mover los medios de intercambio, reduciendo así la eficiencia del generador.

Avances recientes en materiales magnéticos, los cuales han sido particularmente descritos por O'Handley[1], exponen aleaciones magnéticas nanocristalinas, las cuales son particularmente apropiadas para interrupciones rápidas de flujo magnético. Estas aleaciones están primordialmente compuestas de granos nanocristalinos, o cristalita, cada uno de los cuales tiene al menos una dimensión de unos cuantos nanometros. Los materiales nanocristalinos pueden ser fabricados al termotratar aleaciones amórfas que forman materiales precursores de los nanocristalinos, a los que se agregan elementos insolubles, tales como cobre, para promover nucleaciones masivas, y a quienes se agregan aleaciones estables y refractarias, tales como niobio o carburo de tántalo, para inhibir el crecimiento granular. La mayor parte del volumen de las aleaciones nanocristalinas está compuesto de cristalita distribuída aleatoriamente y cuyos cristales tienen dimensiones de 2 a 4 nanometros. Estas cristalitas son nucleadas y crecen de una fase amorfa, con elementos insolubles que son rechazados durante el proceso de crecimiento cristalino. En términos magnéticos, cada cristalita es una partícula de dominio único. El volumen remanente de aleaciones nanocristalinas se compone de una fase amorfa en forma de fronteras granulares que tienen un espesor de cerca de 1 nanometro.

Materiales magnéticos que tienen propiedades particularmente útiles se forman de aleaciones amorfas de Co-Nb-B (cobalto-niobio-boro) las cuales tienen una magnetorestricción cercana a cero y una magnetización relativamente fuerte, al igual que una buena dureza mecánica y resistencia a la corrosión. Un proceso de templado de este material puede ser modificado para cambiar el tamaño de la cristalita formada en el material, con un resultado de un fuerte efecto de coercitividad de corriente directa. La precipitación, de los nanocristales también mejora el desempeño en corriente alterna de las aleaciones amorfas.

Otros materiales magnéticos se forman usando aleaciones amorfas ricas en hierro y nanocristalinas, las cuales generalmente muestran mejores magnetizaciones que las aleaciones basadas en cobalto. Tales materiales son, por ejemplo aleaciones de Fe-B-Si-Nb-Cu (hierro-boro-sílice-niobio-cobre). En tanto que la permeabilidad de las aleaciones amorfas ricas en hierro están limitadas por sus niveles relativamente altos de magnetorestricción, la formación de material nanocristalino de tales aleaciones amorfas, dramáticamente reduce este nivel de magnetorestricción, favoreciendo una fácil magnetización.

También se han hecho avances en el desarrollo de los materiales para los magnetos permanentes, particularmente en los que incluyen elementos de tierras raras. Tales materiales incluyen cobalto samario, SmCo5, que es usado para formar material magnético permanente que tiene la más alta resistencia a la desmagnetización que cualquier material conocido. Otros materiales magnéticos están hechos, por ejemplo, usando combinaciones de hierro, neodimio, y boro.

Hasta aquí termina la parte II de esta serie.   A partir de la parte III se empezará a abordar a detalle la construcción del GEI.  Nos vemos entonces.

Attos


Referencias

  1. Robert O'Handley, "Modern Magnetic Materials, Principles and Applications", John Wiley & Sons, Inc., 2000, pp. 456-468.
  2. Eduardo Villaseñor de Rivas, "Electromagnetic Generator", Patente de los Estados Unidos número 4,006,401 otorgada el 1 de febrero de 1977.
  3. Frank B. Richardson, "Electromagnetic convertor with stationary variable-reluctance members", Patente de los Estados Unidos número 4,077,001 otorgada el 28 de febrero de 1978.
  4. Mario Pasichinskyj, "Magnetic motion electrical generator", Patente de los Estados Unidos número 4,904,926 otorgada el 27 de febrero de 1990.
  5. Charley E. McCullough, "Method and apparatus for generating electricity", Patente de los Estados Unidos número 5,011,821 otorgada el 30 de abril de 1991.
  6. Richard A. Sullivan y Melvin K. Silverman, "Flux compression transformer", Patente de los Estados Unidos número 5,221,892 otorgada el 22 de junio de 1993.
  7. Kirk E. Hackett, "Superconductor device to produce electrical impulses", Patente de los Estados Unidos número 5,327,015 otorgada el 5 de julio de 1994.
  8. James William Rohlf, Modern Physics from A to Z, Wiley 1994



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