Revista de Attos

Volúmen #29, octubre/2006

Página Principal

Immanuel Velikovsky

Los mitos de Einstein acerca del Tiempo, el Espacio y el Eter

Por Eugene F. Malove, Sc. D.


Adaptado del artículo editorial publicado orginalmente en la revista Infinite Energy de julio-agosto de 2001, volúmen #38.
Visita la versión actualizada y sin publicidad en attos.byethost7.com

Einstein, el científico mas aclamado del siglo veintiuno, continúa siendo un ícono del poder de la razón humana para penetrar los misterios de la naturaleza. Para billones de personas, a quienes se ha enseñado la esencia de sus teorías de la relatividad, él cambió (o confundió) sus concepciones del tiempo y el espacio. Einstein destruyó el concepto de un ahora universal a como nos lo dicta el sentido común. Esto es, la absoluta simultaneidad de eventos en diferentes marcos de referencia moviéndose relativamente. Los Físicos le otrogan a Einstein todo el crédito por haber abolido, al menos mientras su influencia ha reinado, el prolongado "eter luminífero", el cual fué el medio para la transmisión de las ondas de luz universalmente aceptado en el siglo diecinueve.

¿Se extenderá la estatura de Einstein lejos hacia dentro del siglo veintiuno? Muy probablemente no. Pero duradera será su justificada fama por:

  1. explicar el movimiento Browniano (el forcejeo visible de partículas en suspensión líquida debido al golpeteo molecular), el cual efectivamente terminó con el debate acerca de la existencia de los átomos;
  2. su explicación cuántica del efecto fotoeléctrico (por el cual ganó el premio Nobel de Física en 1921); y
  3. su bien conocida conciencia social y creencias en lo que se ha dado a llamar la "religión cósmica". También es justamente famoso por su desagrado extremo por el apuntalamiento probabilístico de la mecánica cuántica. ("La teoría ayuda mucho, pero difícilmente nos acerca a los secretos del Viejo. Yo, en cualquier caso, estoy convencido de que El no juega a los dados." -de una carta de Einstein de 1926 a Max Born).

Pero los creyentes en la infalibilidad de Einstein tendrán suerte si las teorías de la relatividad de los Físicos sobrevive mas allá del 2005, el centenario de su, así llamado, annus mirabilis (1905), el año en el que su Teoría de la Relatividad Especial y dos otros trabajos importantes fueron publicados por Annalen der Physik en Alemania.

A pesar de todo su aparente poder predictivo, las teorías de la relatividad de Einstein están profundamente defectuosas, como lo demostrarán formalmente varios documentos críticos. El criticismo hacia Einstein no es, por supuesto, nada nuevo. Obviamente no nos estamos refiriendo a tractos de inspiración Nazi o antisemita contra la relatividad como los que fueron publicados en los años 20's, los cuales calificaban su teoría de la relatividad como "Ciencia Judía" o cosas peores. Hay muchas fuentes de críticas técnicas hacia el trabajo de Einstein, como los periódicos Galilean Electrodynamics1, Physics Essays2, Apeiron3, Journal of New Energy4, etc., así como libros de críticos pensadores: Harold Aspden5, Petr Beckmann6, Peter and Neal Graneau7, Ronald Hatch8, Herbert Ives9, Thomas Pipps10, y Franco Selleri11, por mencionar solo unos pocos. Hay inclusive una organización, la Alianza Filosófica Natural (NPA)12, la cual lleva a cabo reuniones regionales y nacionales dedicadas a criticar Físicos modernos, especialmente la relatividad einsteniana. Esta comunidad de disidentes y publicaciones ha sido completamente ignorada por un establishment de Físicos autosatisfechos, el cual preserva su poder y prestigio, en parte al mistificar venerables "santos científicos", como Einstein y Stephen Hawking.

Lo que es muy nuevo en el criticismo hacia Einstein, sin embargo, es un cuerpo de evidencia experimental que emerge a favor de un eter energético, el cual podría ser usado para mover máquinas eléctricas y generar calor anómalo. De hecho, se trata del resurgimiento de evidencia de la existencia de un eter energético después de que fué rechazada por la ciencia oficial en los años 40's y 50's. De la misma forma, un puñado de teoristas han llegado a creer que los modelos basados en el eter de esctructuras subatómicas son necesarios para explicar las anomalías en el campo de la la fusión fría y las reacciones nucleares de baja energía. Existe un artículo del Dr. Paulo y Alexandra Correa25 donde hablan de la inapropiada explicación que dió Albert Einstein acerca de una importante anomalía térmica asociada con las jaulas de Faraday (cajas de metal) después de que el fenómeno le fué mostrado a principios de 1941 por Wilhelm Reich. Si esta y otras anomalías eléctricas relacionadas evidenciando carga libre de masa (amásica) son reales, y yo estoy razonablemente seguro de que lo son, entonces queda claro que las concepciones estandar de la Física, particularmente las teorías de la relatividad de Einstein, no pueden ser correctas. Esto a pesar de sus elegantes cimientos y de solo algunos postulados, como el del principio de la relatividad relacionado específicamente con el electromagnetismo (el cual Einstein tomó prestado de Henry Poincaré) y la supuesta constancia de la velocidad de la luz en el vacío con respecto a cualquier observador, lo cual fué de su propia invención.

Las dudas de Einstein

El mismo Einstein en varias ocasiones había expresado dudas acerca del edificio de la Física moderna que él había ayudado a construir. Quizá su mas seria expresión de duda vino en una carta de 1954, un año antes de su muerte, a su amigo Michel Besso: "Considero muy posible que la Física no pueda ser basada en el concepto de campo, p.e. en las estructuras contínuas. En ese caso, nada queda de mi entero castillo en el aire, incluída la teoría de la gravitación, y del resto de la Física moderna"13. El biógrafo Abraham Pais se apura en excusar este desliz de la certidumbre contemporánea acerca de la teoría de la relatividad, asegurando que virtualmente todos los Físicos piensan que esta autoevaluación al final de la vida de Einstein fue "irrazonablemente dura". Sin embargo, solo unos años antes (1948), en una introducción a un popularizado libro acerca de la relatividad, Einstein también fué circunspecto acerca de la Física, en un sentido mas general: "... el crecimiento de nuestro conocimiento factual, junto con el esfuerzo por obtener una concepción teórica unificada que comprenda todos los datos empíricos, ha conducido a la situación presente la cual se caracteriza, sin menoscabo de todos los éxitos, por una incertidumbre concerniente a la elección de los conceptos teóricos básicos"14.

En mi estimación, Einstein fué una persona mucho mas cuidadosa acerca de expresiones dogmáticas que aquellos que han asegurado la invencibilidad de sus teorías de la relatividad. En una carta a J. Lee en 1945, Einstein escribió: "Una persona científica nunca entenderá por qué deba creer en opiniones solo porque estén escritas en un cierto libro. Mas aún, nunca creerá que los resultados de sus propios intentos sean determinantes"15.

Por otra parte, el Dr. James DeMeo ha desenterrado ambigüedades en la reacción de Einstein ante lo que consideró una amenaza al conocer los resultados experimentales del Dr. Dayton C. Miller, quien en junio de 1933 publicó en Review of Modern Physics, "El experimento del impulso del éter y la determinación del movimiento absoluto de la Tierra"16. En un artículo en la revista Infinite Energy, DeMeo proporciona una crítica sobresaliente acerca del trabajo de Miller y de su aparente y superficial rechazo por otros, como los biógrafos de Einstein quienes desacreditan el trabajo de Miller a priori. A pesar de que el extenso trabajo experimental de Miller no es para nada crucial para alimentar el critisimo hacia Einstein, la reacción del mismo Einstein y la de otros hacia él es muy reveladora.

Canonización

Ian McCausland, en "Anomalías en la historia de la relatividad", muestra algunas de las razones históricas para el rápido ascenso de Einstein para dominar el mundo de la Física después de las observaciones de eclipses realizadas por Eddington y otros en mayo de 1919. Se creyó extensamente que estas observaciones confirmaban la Teoría General de la Relatividad de Einstein (1916), la cual extendía la Teoría Especial de la Relatividad de 1905 al campo de la gravedad y formulaba una geometrización de la curvatura del espacio-tiempo como una "explicación" de la gravedad. De la revista Time (31 de diciembre de 1999, pág. 58), se reconoce esta histórica verdad: "Einstein, hasta ahora poco conocido, se convirtió en una celebridad global y fué capaz de vender fotos de sí mismo a periodistas y enviar el dinero a orfanatorios caritativos de guerra. Mas de un centenar de libros fueron escritos acerca de la relatividad en un solo año".

Pero McCausland revela, que las observaciones de eclipses fueron débiles, de hecho, y que de ninguna manera fueron una validación de la Relatividad General. Pero desde ese punto en adelante, fué imposible detener la implacable fuerza de Einstein, aún al encararla contra teorías alternativas a la relatividad y observaciones experimentales que la contradecían. Hoy, algunos Físicos parecen creer que la Relatividad Especial ha sido elevada al nivel de facto, no teoría, ya que el critismo hacia ella ni se permite ni se respeta. Por implicación, aquellos que la critican son tontos incompetentes. Veamos lo que dice el Profesor del Caltech, David L. Goodstein en su lección videograbada, "De los átomos a los quarks", la cual forma parte de su serie de lecciones "El universo mecánico y mas allá" (generalmente un excelente repaso de la Física convencionalmente aceptada):

"... hay un punto de vista que dice que la única forma en el que la ciencia puede progresar es mostrando que las teorías son incorrectas. El argumento va mas o menos así: es imposible probar que una teoría es correcta sin importar que tantos experimentos estén de acuerdo con ella, pero si un solo experimento está en desacuerdo, entonces la teoría debe ser incorrecta. Bueno, eso en sí mismo es una teoría del conocimiento, la cual está equivocada! Porque, hay teorías en la ciencia, las cuales están tan bien verificadas por la experiencia que se han promovido al status de facto. Un ejemplo de ello es la Teoría Especial de la Relatividad. Todavía la llamamos teoría por razones históricas pero en realidad es un simple hecho de ingeniería rutinariamente usado en el diseño de máquinas gigantescas, como los aceleradores de partículas nucleares, las cuales siempre funcionan perfectamente. Otro ejemplo de esa clase es la teoría de la evolución. Estas son llamadas teorías, pero están en realidad entre los hechos mejor establecidos del conocimiento humano".

Nadie que se llame a sí mismo científico debería alguna vez declarar que una teoría está más allá de revisiones futuras, aún de revisiones drásticas, sin importar qué tan sólido el soporte para esa teoría le pueda parecer. Goodstein ha caído en la trampa de muchos Físicos de hoy: confunden al aparente apego matemático de algunas o muchas fórmulas descriptivas de teorías con el derecho de concluir que la teoría debe ser fundamentalmente correcta y sin ninguna contradicción. Esas aparentes contradicciones que son admitidas, son parchadas con argumentos ad hoc para salvar la epicíclica obra maestra. Por ejemplo, la Relatividad Especial no puede funcionar apropiadamente con cuerpos rígidos grandes (por ejemplo cuerpos de verdad), aún cuando sea aparentemente adecuada para partículas puntuales.

La certidumbre con la cual la Física establecida reverencia las teorías de la relatividad de Einstein se ha convertido en una característica dominante del ambiente intelectual de nuestra época. Mas ejemplos. Un breve pasaje de "La sinfonía incompleta de Einstein" de Marcia Bartusiak17: "La adoración hacia Einstein es la única razón de que estemos aquí trabajando en el desarrollo de un caro aparato financiado federalmente, LIGO, para probar la Relatividad General al tratar de detectar ondas gravitacionales. Si es que quiere usted saber la verdad -dice Reiner Weiss del Instituto Tecnológico de Massachusets- es solo debido a este increíble genio en nuestro medio científico, en nuestra vida...pero todo es un misticismo."

Ronald W. Clark, uno de los biógrafos mas ilustres de Einstein escribió, "...la aceptación incalificada y la verificación experimental que hace mucho hubiera puesto a la Teoría Especial mas allá de toda disputa todavía hace falta aquí18." Relatividad Especial ¿"mas allá de toda disputa"? Palabras descuidadas.

Es bien sabido que la revista Time engrandeció a Albert Einstein en su cubierta del 31 de diciembre de 1999 designándolo "Persona del Siglo". Dentro de la revista se le llamó "el primero entre los gigantes del siglo", "su mas grande genio científico", "la persona quien, para bien o para mal, personificó nuestros tiempos y será recordada por la historia por tener la significancia mas duradera", "un símbolo de todos los científicos", "la primera supercelebridad científica del mundo", "el pensador mas grande del siglo", y aún "... el santo patrono de los estudiantes distraídos".

Time y otros deberían anotar este sentimiento de Einstein:

"Me impresiona por injusto, e inclusive con mal sabor de boca, el hecho de seleccionar a unos cuantos individuos para admiración sin límite, atribuyéndoles poderes sobrehumanos de mente y carácter. Ese ha sido mi destino, y el contraste entre la creencia popular de mis poderes y logros y la realidad es simplemente grotesca". De una intrevista en 1921 con un periódico holandes.15

El siguiente en la línea de santidad en la Física ha sido Stepehn Hawking, cuyo involucramiento con los virtualmente místicos (inprobados pero altamente matematizados "hoyos negros radiantes") ha catapultado las ventas de su libro "Una breve historia del tiempo" al rango de los siete dígitos. En su "Breve historia del tiempo", para el volúmen de glorificación de Einstein de la revista Time, declara que Einstein "atravezó el eter y resolvió el problema de la velocidad de la luz de una vez por todas". Hawking asegura, "todavía recibo dos o tres cartas a la semana diciéndome que Einstein estaba equivocado. Sin embargo, la teoría de la relatividad es ahora completamente aceptada por la comunidad científica, y sus predicciones han sido verificadas en incontables aplicaciones". Esto muestra que inclusive "santos" científicos como Hawking, son falibles. Corrección para el Dr. Hawking: de la misma forma que la Física establecida se niega a juzgar justamente los experimentos de reacciones nucleares de fusión fría y baja energía de cocecha reciente, el registro histórico de a principios de siglo sobreabunda con experimentos que declaran falsa la relatividad y que son marginalizados como "no importantes", igual que sin duda son esas cartas criticando a Einstein que seguramente Hawking ni siquiera lée. La revista Time editorializando sugirió que la reputación de Einstein duraría al menos mil años. Hawking fué mucho mas atrevido: "Las ecuaciones de la relatividad general son su mejor epitafio y memoria. Deberían durar al menos tanto como el universo".

La hiperbólica adulación otorgada a los logros de Einstein podría haber sido la pista de que algo se estaba pasando por alto seriamente. Personalmente, fuí intimidado para creer incuestionablemente en la Relatividad Especial, hasta que en los noventas comencé a cuestionr mucho de lo que se dá por hecho por la Física establecida y su ejército de aduladores periodistas. Observemos estos comentarios en libros que he examinado a través de los años:

"...todas las barreras son vencidas por una tarea sobrehumana que hasta ahora ha resistido todas las pruebas y ataques. Esta es la historia de la relatividad."(1954)19

"Las teorías general y especial de la relatividad de Einstein han cambiado permanentemente nuestra perspectiva del espacio y el tiempo y la gravedad".(1992)20

"La cultura intelectual de nuestro tiempo no puede ser comprendida completamente sin tomar en cuenta el impacto de esta teoría. No solo la electrodinámica de cuerpos en movimiento, sino toda teoría física que ha sido formulada a partir de ella ha tenido que confrontar los cambios revolucionarios de Einstein en las nociones del espacio y el tiempo". (1992)21

Quizás el mejor intérprete de esta arrogancia institucionalizada ha sido Thomas Phipps10. Un pasaje de uno de sus documentos merece repetirse: "Hacia el final de su vida Einstein remarcó que no hubiera querido comenzar de nuevo. Murió en 1955, tiempo para el cual no conocía ni siquiera la mitad. Si hubiera vivido otros cincuenta años, no hubiera querido comenzar de nuevo. Ya que para ese momento el carácter de la Física hubiera cambiado: las doctrinas de Einstein habían sido escritas en piedra y el tipo de desviación herética del status quo que su teoría especial de la relatividad (TER) representó originalmente se habría convertido en "disidencia", ridiculizada, y borrada, de la literatura por todos los físicos desadoctrinados y de pensar correcto. En ese corto pero decisivo intervalo de tiempo Albert Einstein se habría convertido en el nuevo Claudio Ptolomeo y el pequeño mundo de físicos profesionales se hubieran voluntariamente condenado a sí mismos a mil años de recortar el mundo para que cupiera en una placa plana de una verdad filosófica de 1905".

A todo esto Einstein hubiera contestado con buen humor, tal y como lo hizo a un amigo en 1930, "para castigarme por mis problemas con la autoridad, el destino me ha convertido en una autoridad".15

Conservación de la Paradoja

Puede haber muchas razones para estar interesado en la persistencia del aura de invencibilidad de la teoría de la Relatividad. Introdujo una sensación permanente de paradoja y confusión acerca del tiempo y su relación con el espacio. Si tal paradoja fuera necesaria, pudiéramos vivir con ella. "Sabor a filosofía" no es el problema fundamental en el criticismo a la Relatividad. La relatividad permitió la probabilidad de que existieran ficciones tales como la cosmología del Big Bang y los "hoyos negros". Si no existe el espacio-tiempo, sino solo el tiempo y el espacio, entonces no hay posibilidad de expandir el espacio y el tiempo desde una singularidad al "principio del tiempo". Pero más importante aún es la totalmente indemostrada abolición del eter por la relatividad Einsteniana junto con todo lo que el eter pudiera implicar. Solo posiblemente, el eter pudiera ser una fuente de energía. Pudiera ser un medio de transmisión para cosas apenas imaginables y, horror de los horrores, pudiera tener que ver con el funcionamiento de la vida misma, tal y como Wilhelm Reich parecía haber encontrado en sus experimentos. Pero poniendo estas especulaciones a un lado, sencillamente nunca hubo una buena razón para abandonar la idea del eter. Había sido el plenum y el medio para que ondearan las ondas de luz. En alguna ocasión en el siglo diecinueve de hecho comenzó a ser mas aceptado que la idea de que la luz tuviera propiedades ondulatorias. Mas antes, Isaac Newton había insistido en que la luz consistía de partículas pequeñas, y sus argumentos habían dominado por mas de un siglo. Entonces, en los albores del siglo veintiuno, se emergió con el nacimiento de la Mecánica Cuántica, una quimérica versión de que la luz era ambas, ondas y partículas. Precisamente lo que la luz es, y como ella o alguna esencia viaja a través del espacio, y como se emite y absorbe son asuntos todavía sujetos a experimentación y debate.

El espíritu en el cual Einstein asentó su Relatividad Especial se captura mejor en su frase: "los conceptos físicos son creaciones libres de la mente humana y no son, aunque así lo parezca, unicamente determinados por el mundo físico" (1938, en un libro con su asociado Leopold Infeld, "La Evolución de la Física"). Un mal comienzo, o al menos así resultó, el haber apostado a una construcción mental sin relacionarla firmemente a los experimentos de otros. Su teoría, la cual (según se dijo después) intentó explicar los registros experimentales de los últimos años del siglo diecinueve con una combinación novedosa de postulados, no fué sino una de varias teorías alternativas posibles que podrían haber preservado la invarianza de las leyes físicas dentro de los marcos de referencia moviéndose a velocidad relativa constante (ver, "Comentarios de las Ecuaciones de Maxwell y la Relatividad Especial" de William H. Cantrell). Heinrich Hertz, Hendrick A. Lorentz, y Henry Poincaré habían ya desarrollado las estructuras matemáticas que pudieron haber sido aplicadas mas juiciosamente por un período de tiempo mas largo para evolucionar una teoría apropiada y no paradójica para lidiar con la admitida invarianza de las ecuaciones de Maxwell. En vez de eso, Einstein con sus dos postulados hizo lo que equivale a una improbada y brillante apuesta o creencia. Orgullosamente la denominó "una creación libre de la mente humana". Tan ambiguamente conectada con los experimentos del pasado al punto que los historiadores continúan debatiendo acerca de lo que Einstein sabía o no sabía de Michelson-Morley y otros y cuando es que lo supo22,23. La suposición con suerte de Einstein aplicó el mazo de las transformadas de Lorentz (el factor multiplicativo (1-v2/c2)-1/2), donde v es la velocidad relativa de dos marcos inerciales, al tiempo y el espacio. Cuando el mundo de la Física prematuramente se enganchó a este "ingenioso formalismo", la prisa por emitir un jucio pasó por alto la cuidadosa consideración de las alternativas.

Las distintas alternativas a la TER, las cuales para hoy están sustancialmente desarrolladas, no violan nuestros conceptos básicos del tiempo y el espacio como entidades distintas. Como William Cantrell lo señala elocuentemente: "La TER de Einstein juega con el espacio y el tiempo para poder forzar la velocidad de la luz a que sea constante con respecto a todos los observadores. Y por ello paga el precio. La teoría hace recordar a un juguete inflable. Si se le aprieta en un extremo, se expande en el otro, resultando en una conservación general de la paradoja". Y como los Correa señalan en su documento "La consecuencia del resultado nulo del experimento Michelson-Morely: La muerte del Eter Estacionario, El levantamiento de la Relatividad Especial, y el Concepto Eurístico del Fotón", el experimento de Albert Michelson y Edward Morley de 1887 (en el Instituto Case en Cleveland, Ohio) pareció descartar al eter estacionario. Pero en realidad, este experimento no eliminó el eter dinámico que pudiera formarse como una especie de "eterósfera", el cual estaría, al menos en la proximidad de la supeficie de nuestro planeta, casi en rotación con él.

No es el objetivo de este corto espacio el dicurrir extensamente en las diversas fallas de la teoría de la relatividad, ni detallar las teorías alternas a la TER que las explican. Los papeles y documentos publicados sirven bien para ese propósito. Se encuentran entre los mejores para ese criticismo técnico, pero son solo el principio. Ofrecemos disculpas a todos esos otros críticos de la relatividad cuyo excelente trabajo no mencionamos. Nuestro objetivo central es mostrar que tal criticismo existe, que es razonado, y que por mucho tiempo ha habido cuestionamientos abiertos acerca de la relatividad, los cuales han sido deliberadamente ignorados por la Física establecida. Esperamos que esta cobertura inspire a aquellos librepensadores que quedan y quienes no se intimidan por la tiranía intelectual prevalenciente por la cual atravieza la Física el día de hoy. Especialmente esperamos alcanzar a los incorruptos jóvenes estudiantes de Física quienes pudieran ayudar siendo pioneros de nuevas formas de experimentación y entendimiento.

Aún así, aquí yace un problema central y una paradoja en sí misma. Algunos críticos de la relatividad einsteniana han correctamente observado que sus críticas son débiles, ya que ha faltado una teoría de reemplazo generalmente aceptada que pudiera satisfacer a la mayoría de los críticos. Existen, para estar seguros, demasiadas teorías disidentes compitiendo. De tal forma que el único punto competitivo entre todos, la TER, ha triunfado por eliminación. Pero aún así, al buscar un nuevo punto de vista corregido, uno debe ser cuidadoso en no sansionar un dogma nuevo.

El camino más allá de la Relatividad

No hay duda de que en los postreros años del siglo diecinueve los Físicos necesitaban intentar hallar una teoría que extendiera el principio de la relatividad de la mecánica newtoniana para incluir los fenómenos ópticos y el electromagnetismo. La atrevida pero inexacta síntesis de Einstein pareció funcionar. El hecho de que sus fórmulas condujeran a resultados cuantitativos excelentes en algunos regímenes experimentales concilió sus muy aparentes y lógicas inconsistencias e inhabilidad para acompasar otros experimentos. El establishment de la Física se enamoró con la idea de que un genio solitario, Einstein, se haya levantado sobre los hombros de otros para sacar una síntesis radical que abolió el eter y el espacio y el tiempo convencionalmente comprendidos. Eso elevó la profesión de los Físicos al establecer un grupo de élite, el cual aseguró que podía comprender la espacialización del tiempo y las muchas paradojas inherentes a la TER.

Muchos pudieran sorprenderse al enterarse de que los críticos mas perceptivos de las teorías de la relatividad de Einstein emplean métodos científicos racionales de argumentación y análisis. Ellos han realizado los tratamientos matemáticos esenciales. Es natural que los recién llegados tengan sus dudas acerca de estos críticos, debido a que han sido obligados a creer en lo que ha sido declarado ser las pruebas irrefutables de las predicciones de la TER, tales como la contracción del espacio y la dilatación del tiempo. En realidad, los registros experimentales no contienen niguna prueba de la contracción del espacio y tienen una muy lodosa colección de disque "pruebas" de la dilatación del tiempo, por así decirlo. No, la existencia del decaimiento alterado de las partículas subatómicas tales como los muones no prueba la dilatación del tiempo. No importa que tantas veces se repita eso en los libros de texto. Inclusive la famosa fórmula E=mc2, supuestamente uno de los conceptos mas originales de Einstein, tiene derivaciones alternativas, algunas de las cuales se encontraban en estado avanzado a la hora en la que la TER saltó a escena. Y por cierto, el famoso incremento de la masa con la velocidad, según la TER, puede ser visto bastantemente diferente. La infame "paradoja de los gemelos" puede ser abolida. Pero no solo eso, sino que no hay razón para que las naves espaciales avanzadas no puedan exceder la velocidad de la luz. Según la doctora Cynthia Kolb "...un viaje de larga distancia en el espacio es visto como algo imposible en principio. Ahora no estamos limitados por la velocidad de la luz, sino por la velocidad del pensamiento, el cual la presente autora asegura que será infinita cuando el pensamiento se libere del dogma".

Recientemente Herbert E. Ives de los laboratorios Bell, uno de los más ilustres críticos de Einstein, publicó uno de sus muchos artículos perceptivos en el periódico de la sociedad de Optica de América, "Genesis de la búsqueda, ¿Existe un Eter?24. En esta breve pieza parece triturar lo ilógico del segundo postulado de Einstein (el supuesto requisito para la constancia de la velocidad de la luz medida por todos los observadores), y define las falsas limitaciones (sin usar relojes moviéndose para sincronizar otros relojes) y otras suposiciones problemáticas de la TER de Einstein. Sin importar nada, será difícil encontrar alguna mención al trabajo compendiado de Ives en cualquiera de las biografías de Einstein o libros acerca de la relatividad. Quizás el bien documentado trabajo de Ives debería ser el punto de partida para el criticismo hacia la relatividad.

¿Estamos omitiendo algo?

Debe admitirse que la mayoría de las teorías alternativas a la relatividad de Einstein parecen enfocarse en alteraciones matemáticas para eliminar las inconsistencias de las teorías con los registros experimentales. Pero ahora parece probable a este autor que algo mucho mas profundo ha sido pasado por alto por la mayoría de los críticos: la posiblidad de nuevas investigaciones experimentales hasta ahora ignoradas. Esta nueva dirección está siendo tomada pioneramente por los doctores Paulo y Alexandra Correa, cuyo trabajo de laboratorio se edifica sobre los hallazgos experimentales de Wilhelm Reich a la mitad del siglo pasado y plantea sus hallazgos experimentales en una teoría formalizada con entero soporte matemático. Su nueva serie de publicaciones comenzó con un documento publicado en la revista Infinite Energy25 y después con otro titulado "Los experimentos de Sagnac y de Michelson-Gale-Pearson: Las tribulaciones de la Relatividad General con respecto a la Rotación".

Los Correa resumen la esencia de su nueva dirección de la siguiente manera: "Los autores proponen que la hipótesis eurística de Einstein sea tomada factualmente, siendo el resultado de eso que la radiación electromagnética sea secundaria a un continuo de energía que no es ni electromagnético ni sujeto a reducción en cuatro dimensiones. De ahí se deriva que el segundo principio de la relatividad especial aplique solo a la producción de fotones, la cual es siempre y únicamente una discontinuidad local. No aplica para la radiación no electromagnética y obligadamente tampoco a la propagación de la energía responsable de la producción local de fotones". El segundo principio de Einstein es el postulado de la supuesta constancia de la velocidad de la luz en el vacío para todos los observadores.

En otra profunda aserción, la cual va directamente al corazón para descubrir el misterio de E=mc2, los Correa aseveran: "hemos propuesto nuestro propio análisis eterométrico de este tipo de experimentos, donde se muestra que las velocidades experimentales de masas cargadas están predichas por un modelo teórico que no usa el recurso de ninguna de las transformadas de Lorentz. Eso significa que no hay dilatación del tiempo ni incremento relativista de la masa con la aceleración inercial de la masa. La masa inercial de un sistema es únicamente una medida de su energía en reposo, a diferencia de lo que la relatividad especial propone que sea". Los Correa contienden contra el relativismo y otras ortodoxias que presuntamente han abolido al eter: "habiéndose convertido en la teoría logicomatemática oficial de la Física, la ortodoxia relativista, al igual que los cuantas y la mecánica ondulatoria, se rehusa a concebir alguna forma de energía que no sea la electromagnética asociada con la energía de la masa. Hablar del eter en estos días solo trae sonrisas de burla de los Físicos institucionales. Ellos ya han encontrado algo mejor: el intangible enjambre virtual de partículas". Así que, ¿regresará el eter con su venganza y la Edad de la Energía Etérea pronto inciará? Ya veremos.

Finalmente, ¿qué es lo que tomaremos como la cosa mas importante aprendida de casi un siglo de vacío einsteniano en la teoría de la Física? De la misma forma que sucede con la fusión fría y las reacciones nucleares de baja energía, la cual es para todos los propósitos prácticos el regreso de la alquimia (esta vez probada en estudios científicos), se ve que aún las mas sacrosantas ideas, como la relatividad einsteniana, pueden estar completamente equivocadas. De hecho, no hace mucho que Richard Feynman lo dijo de la mejor manera cuando identificó lo que consideró la mas importante implicación de la relatividad, solo que en el contexto en el cual dijo esto ciertamente no quizo decir que la relatividad misma estuviera equivocada!:

"¿Cuales son, entonces, las influencias filosóficas de la teoría de la relatividad? Si nos limitamos a nosotros mismos a las influencias en el sentido de qué clase de ideas nuevas y sugerencias son hechas a los Físicos debido al principio de la relatividad, podríamos describir algunas de ellas de la siguiente manera. El primer descubrimiento es, esencialmente, que inclusive aquellas ideas que han sido aceptadas por un largo tiempo y las cuales han sido verificadas de manera precisa pudieran estar equivocadas...ahora tenemos un mucho mas humilde punto de vista de nuestras leyes físicas ya que todo pudiera estar equivocado!"26

Con respecto a la Física de finales del siglo veinte y principios del veintiuno, Feynman (también llamado, El Genio, por el autor James Gleick) estuvo profundamente equivocado con respecto a lo de "humilde". Ya que, de hecho, casi todo estaba equivocado, y ahora debemos comenzar desde el principio a corregirlo, con experimentación ardua y nuevas teorías.

Referencias:

  1. Galilean Electrodynamics, publicado por Space Time Analyses, Ltd., 141Rhinecliff Street, Arlington, MA 02476-7331.
  2. Physics Essays, Physics Essays Publication, c/o ALFT, Inc., 189 Deveault St., Unit 7, Hull, Quebec J8Z 1S7, Canada.
  3. Apeiron, C. Roy Keys, 4405 St.-Dominique, Montreal, Quebec, H2W 2B2, Canada.
  4. Journal of New Energy, 3084 East 3300 South, Salt Lake City, Utah 84158-0639.
  5. Aspden, Harold. http://www.energyscience.co.uk
  6. Beckmann, P. 1987. Einstein Plus Two, The Golem Press, Boulder, Colorado.
  7. Graneau, P. and Graneau, N. 1993. Newton Versus Einstein: How Matter Interacts with Matter, Carlton Press, New York.
  8. Hatch R. 1992. Escape from Einstein, Kneat Kompany, Wilmington, California.
  9. Ives, H.E. 1979. The Einstein Myth and the Ives Papers, Edited with comments by Richard Hazelett and Dean Turner, The Devin-Adair Company, Greenwich, Connecticut.
  10. Phipps, T.E., Jr. 1986. Heretical Verities, Classical Non-Fiction Library, Urbana.
  11. Selleri, F. (Ed.) 1998. Open Questions in Relativistic Physics, Apeiron, Montreal.
  12. Natural Philosophy Alliance, P.O. Box 14014, San Louis Obispo, CA 93046-4014.
  13. Pais, A. 1982. Subtle is the Lord: The Science and the Life of Albert Einstein, Oxford University Press, Oxford, UK, p. 467.
  14. Barnett, L. 1948, 1957. The Universe and Dr. Einstein, Harper and Company, New York, p. 10.
  15. Calaprice, A. (Ed.) 2000. The Expanded Quotable Einstein, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, p. 14.
  16. Miller, D.C. 1933. "The Ether Drift Experiment and the Determination of the Absolute Motion of the Earth," Reviews of Modern Physics, July, Vol. 5, 203-242.
  17. Bartusiak, M. 2000. Einstein's Unfinished Symphony: Listening to the Sounds of Space-Time, Joseph Henry Press, Washington, D.C., p. 4.
  18. Clark, R.W. 1971. Einstein: The Life and Times, World Publishing Co., New York, p. 624.
  19. Coleman, J.A. 1954, 1958. Relativity for the Layman, New American Library, New York.
  20. Weinberg, S. 1992. Dreams of a Final Theory, Pantheon, p. 3.
  21. Renn, J. and Schulmann, R. 1992. Albert Einstein, Mileva Maric: The Love Letters, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, p. xiii.
  22. Holton, G. 1973 and 1978. Thematic Origins of Scientific Thought, Kepler to Einstein, Harvard University Press.
  23. Whittaker, E. 1953. History of the Aether and Electricity, 1900-1926, Thomas Nelson & Sons, Ltd., London.
  24. Ives, H.E. 1953. "Genesis of the Query 'Is There and Ether,?'" J. Optical Soc. of America, Vol. 43, No. 3, March, 1217-218.
  25. Correa, P. and Correa, A. 2001. "The Reproducible Thermal Anomaly of the Reich-Einstein Experiment Under Limit Conditions," Infinite Energy, 7, 37, 12-21.
  26. Feynman, L. The Feynman Lectures on Physics, MIT, Science Teaching Center. Vol. 1, 16-1, "Relativity and the Philosophers," p. 2-3.
  27. Aczel, A.D. 1999. God's Equation: Einstein, Relativity and the Expanding Universe, Four Walls Eight Windows, New York.
  28. Born, M. 1962, 1965. Einstein's Theory of Relativity, Dover Publications, New York.
  29. Brian, D. 1996. Einstein: A Life, John Wiley & Sons, New York.
  30. Einstein, A. 1961. Relativity: The Special and General Theory, Crown Publishers, New York.
  31. Einstein, A. 1954. Ideas and Opinions, Crown Publishers, New York.
  32. Fölsing, A. 1997. Albert Einstein, Penguin Books, New York.
  33. French, A.P. 1966. "Relativity: An Introduction to the Special Theory," (Physics, A New Introductory Course), MIT Science Teaching Center.
  34. Jammer, M. 1999. Einstein and Religion, Princeton University Press, Princeton, New Jersey.
  35. Lanczos, C. 1962. Albert Einstein and the Cosmic World Order, John Wiley and Sons, New York.
  36. Lightman, A. 2000. Great Ideas in Physics, McGraw-Hill, New York.
  37. Lorentz, H.A. 1923. The Principle of Relativity: A Collection of Original Memoirs on the Special and General Theory of Relativity, (Dover edition, 1952).
  38. Pauli, W. 1958, 1981. Theory of Relativity, Dover Publications, New York.
  39. Sciama, D.W. 1969. The Physical Foundations of General Relativity, Doubleday and Company.
  40. Smith, J. 1965. Introduction to Special Relativity, W.A. Benjamin, New York.
  41. Stern, F. 1999. Einstein's German World, Princeton University Press, Princeton, New Jersey.
  42. Will, C.M. 1986. Was Einstein Right? Putting General Relativity to the Test, Basic Books, New York.



Estadísticas de tráfico