El Vacío Moderno: El espacio vacío tiene una ilimitada cantidad de energía electromagnética

“El vacío” es lo que usualmente entendemos como el espacio vacío que queda después de que se ha removido todo el aire. Sin embargo, en la Física moderna es bien sabido que el espacio vacío no es para nada una “vacuidad”. En lugar de eso, el espacio vacío está lleno con partículas energéticas que aparecen y desaparecen con extraordinaria velocidad. Por lo tanto, “el vacío” en Física es mas bien como un caldero agitado hirviendo ferozmente. La densidad de la energía de este hervidero es tan grande que literalmente le obnubila a uno la mente. Un poquito de “espacio vacío” del tamaño de un cubito de azucar contiene suficiente energía electromagnética para energizar todas las cargas eléctricas sobre la Tierra por millones de años. Obviamente, si pudiéramos extraer tan solo una pequeña porción de tal energía de forma electromagnética, la podríamos usar para energizar nuestras cargas gratuitamente o casi casi. Solo necesitamos la forma de “destapar” o de “activar” el flujo de energía y así causar que se lleve a cabo una gran cantidad de trabajo aún cuando solo ocupemos suministrar una pequeña cantidad de energía, si acaso.

¿Puede la energía electromagnética del vacío ser destapada y extraída para nuestro uso?

Existe la creencia amplia de que es impráctico tratar de extraer algo de energía útil del agitado y altamente energético vacío. Oh sí, el pequeño brinco Lamb de la órbita de un electrón en un átomo es reconocidamente debido a interacción con la energía del vacío. Bueno pues, aún cuando el brinco Lamb es un efecto muy pequeño de un electrón único en un único átomo, la densidad de la energía de esa interacción es mas grande que la densidad de la energía de la superficie del Sol!

Y, oh sí, el efecto Casimir (la atracción inducida en el vacío de dos placas conductivas cuando se encuentran separadas pero cercanas una de otra) también se debe a la interacción de la energía del vacío, pero ese también es un efecto muy pequeño e impráctico como para considerarlo.

Pero entonces normalmente se asegura (especialmente por los ingenieros eléctricos, quienes normalmente no están muy bien educados en Física moderna) que la termodinámica prohibe extraer y usar energía del vacío. Eso no es para nada verdad, tal y como lo hemos explicado, y tal y como Cole y Puthoff han rigurosamente demostrado. La termodinámica no explica cómo hacerlo de manera práctica, pero lo permite técnicamente.

El principio de superposición de las cargas y el efecto de campo de las cargas, en todas partes supuesto y verificado en incontables experimentos clásicos, también nos dice algo magnífico: la producción de los campos y potenciales asociados a la carga de origen son sumatorios y correlacionados conforme la carga de origen se incrementa. De esto se deriva que al duplicar o triplicar la cantidad de partículas con carga de origen que recolectan y transducen energía en un punto dado se dupliquen o tripliquen los campos y potenciales resultantes producidos por esa recolección de cargas de origen, y así sucesivamente.

De modo que la demostrada rota simetría de conjuntos de cargas opuestas (tal y como sucede en un dipolo o dipolaridad) no tienen por qué ser para nada un efecto pequeño! Podemos usar tantas unidades de carga como queramos en cada uno de esos conjuntos de “cargas opuestas separadas” en un mismo dipolo, en tanto que mantengamos las cargas separadas con un apropiado dieléctrico que las restrinja. En un circuito eléctrico normal (por ejemplo entre las terminales de un generador o batería), podemos tener muchas cargas positivas y negativas involucradas, de modo que la energía electromagnética extraída del vacío puede ser muy poderosa. En otras palabras, el dipolo puede ser esencialmente hecho de forma fácil tan poderoso como lo necesitemos para nuestros propósitos específicos usuales. Podemos fácilmente producir un megawatt o aún mil megawatts de flujo de energía por segundo, tan solo haciendo el dipolo mas grande que consista de cargas mas separadas.

Todo lo que debemos hacer es pagar porque se haga el dipolo solo una vez. De ahí únicamente tenemos que dejarlo solo y no permitir que lo destruyan con la insensata forma como los ingenieros normalmente construyen sus circuitos y energizan sus cargas.

El último problema (que en verdad es el único problema que impide a los ingenieros producir fácilmente toda la energía barata y limpia para energizar todo lo que deseen, sin quemar combustible, ni consumir leña, ni construir oleoductos, ni construir presas, etc.) no se está financiando furiosamente como un proyecto Manhattan. De hecho apenas la noción continúa siendo castigada y ridiculizada por los “defensores de la fe”. Y esa es quizás la mas grande mentira científica de nuestro tiempo. Simplemente revela la “gordura” de nuestra presente ciencia energética, la cual ni siquiera incluye aquello que energiza sus circuitos.

Continuará…

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